viernes, 14 de noviembre de 2014

Última voluntad




   Notaba calor, mucho calor. De pronto el sitio se llenó de humo y no podía respirar.
   El calor se convirtió en dolor, un dolor insoportable.
   Empecé a golpear la madera con mis nudillos y a intentar chillar, pero no podía porque el humo llenaba mi garganta.
   Notaba como la carne se fundía y eso fue lo último que sentí.

   La incineración no fue una buena idea.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Ya no estás

Ya no tienes fiebre, cariño.
Ya no tienes dolor ni miedo.
Ya no estás aquí, pero siempre estarás conmigo.
Me acompañarás a donde vaya,
me ayudarás a no olvidarte

porque no se puede olvidar la felicidad.