jueves, 30 de enero de 2014

El perdón

  No sabía ser feliz. Si estaba plácidamente haciendo algo siempre se torturaba con algún pensamiento que le sosegara el alma. Es como si se castigara continuamente por algo que ni ella sabía qué era. Incluso hizo la visita a varios psicólogos para que pudieran remediar ese mal, pero no obtuvo resultado alguno.

   Un día encontró el remedio. Acabaría con esa tortura en un abrir y cerrar de venas y mientras lo hacía se vio a ella, con otra cara, otro cuerpo, haciendo lo mismo. En ese mismo instante se dio cuenta de lo que le torturaba: el no haberse perdonado. Tenía una oportunidad para hacerlo, pero era demasiado tarde. Sabía que tendría que recordar en su nueva vida todo lo que le había sucedido en ésta para no acabar igual y seguir con su tortura particular.

Un nuevo día

Despertó y cogió su mano, antaño joven.

Miró su arrugada cara, sus ojos apagados, pero con el mismo guiño de complicidad.

Un nuevo día , el mismo amor.

lunes, 27 de enero de 2014

Desidia

    Dicen que todos tenemos una alma gemela, alguien con la que no hace falta hablar para que con una sola mirada te entienda. Yo la encontré hace tiempo y, por mi desidia, creo que la estoy perdiendo.

   Lucharé por no perder esa parte de mí que me hace cometer locuras de vez en cuando, que apacigua mis miedos, que me hace sentir yo más que yo mismo. Lucharé por no perder mi conexión con la felicidad.

domingo, 26 de enero de 2014

Quiero

Quiero creer en los Reyes Magos, en el Ratoncito Pérez, que las hadas y los gnomos existen.
Decir lo que siento sin que nadie se sienta ofendido y llorar cuando me apetezca.
Quiero creer que cuando me muera me iré al cielo.
Quiero ser feliz.
Quiero ser niño.

sábado, 25 de enero de 2014

Solo yo

   No entendemos el dolor del prójimo hasta que no lo experimentamos nosotros mismos y aún así nuestro dolor “será más grande que el suyo”. Así es nuestro egoísmo.

     Este mundo esta lleno de millones de egoístas que nunca harán nada por nadie porque no lo consideran necesario.

viernes, 24 de enero de 2014

Nein

     30-4-1945: no todos los días se puede decir que he sido el mayor asesino de la historia y eso que no fui el autor material , pero sí el intelectual. Soy un cobarde y la única muerte que voy a llevar a cabo de forma física va a ser la mía.

   Espero que la historia no se porte mal conmigo.

lunes, 20 de enero de 2014

Irracional

   Tenía miedo porque sabía que iba a morir y lo sabía porque jamás ninguno de sus compañeros había salido de allí con vida. No escucharon ni sus súplicas ni sus lamentos. No servía de nada.
   No entendía cómo unos seres, que se suponían eran “racionales”, se enfervorecían ante tamaña violencia y derrame de sangre.
   Estaba dispuesto a defenderse y a matar a su asesino, si eso era posible.
    Se abren las puertas y empieza el suplicio para él y la diversión para otros. Empieza “la fiesta nacional”.


Monotonía


Todos los días hacía lo mismo. Con una sola diferencia: la víctima era distinta.

Vacuna

Me asusta el no sentir nada ante tanta barbarie. Los telediarios, al igual que una simple vacuna, me están inmunizando. Y me preocupa.

domingo, 19 de enero de 2014

Ley de vida

       La dejó marcharse, pero no sin antes decirle que se arrepentiría eternamente de su decisión.
       Nadie la amaría más que ella, pero también entendía que era ley de vida. Su hija ya tenía los cincuenta años y era hora de independizarse.

     ¿Sabría valerse por sí misma? La pregunta valía para las dos, tanto para la madre como para la hija.

sábado, 18 de enero de 2014

Amor

No sabe cómo pasó, pero un día despertó y se dio cuenta de que ya no la quería y lloró sin consuelo.Se negó a tener ese sentimiento porque sabía que era la mujer de su vida y que quería estar con ella hasta el fin de sus días.

Nunca le dijo lo que sentía porque estaba dispuesto a luchar para que el amor volviera a su corazón.

sábado, 4 de enero de 2014

Mi peor enemigo


Pum, pum, pum. Mi corazón se acelera de una forma vertiginosa y no sé cómo controlarlo.
Me aferro a ideas y pensamientos agradables para que se apacigüe mi ansiedad, pero hoy no funciona.
Empiezo a marearme porque me cuesta respirar. Abro las ventanas de par en par para que el aire frío entre en mis pulmones.
¡Basta ya! ¿Pero qué me estoy haciendo? ¿No me doy cuenta que cuanto más me resista peor será? Ya no puedo ni sostenerme en pie.
Y encuentro la solución en un consejo que un día me dieron y que hoy sigo sin darme cuenta: no pienso en nada, dejo la mente en blanco, dejo las ideas escapar. Y ello conlleva su resultado, mi corazón se relaja.
A veces el peor enemigo es uno mismo. No es fácil seguir el consejo que me dieron, pero poco a poco voy aprendiendo. A esa persona le estaré eternamente agradecido.