En estas fiestas
tan entrañables hay que hacer un esfuerzo.
Nada de gordos,
que tienen mucha grasa, ni de flacos, que tienen poca carne.
Esta vez habrá
que conseguir alguien atlético. Su carne es más sabrosa. El único
inconveniente es que no se dejan atrapar tan fácilmente.
Una vez
conseguido, ardua tarea, ya podemos poner manos a la obra.
Somos ocho a la
mesa. ¿Será suficiente una o dos piezas?
Desde esta
humilde casa os deseamos Felices Fiestas y que no seáis parte de
nuestro festín.