Me brindaba la
mejor de sus sonrisas y con ella lo mejor de su tienda.
Salí de allí
con la sensación de haber comprado lo mejor y con haber hecho una
buena obra: el de aportar mi granito de arena para que ese negocio
familiar no desapareciera.
Las grandes
superficies están haciendo que estas tiendas de toda la vida
desaparezcan, pero en nuestras manos está que esto no suceda.
Tenemos que ayudar a David a vencer a Goliath.
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