domingo, 23 de febrero de 2014

Carmen

Dentro de mí ya bailaba.
Su nacimiento no fue fácil.
Baila, ríe y juega sin parar
como si la vida le fuera en ello.
Todo lo que toca lo convierte
en música.
Todo lo que baila lo convierte
en magia.
Su cuerpecito es frágil por fuera,
vital y robusto por dentro.
Siete añitos de pura magia.

Siete añitos de felicidad.

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