Aquí estoy yo, bajo la lluvia, sin
otro refugio que mi propio cuerpo, sin otro refugio que mis sueños.
Sueños de una vida mejor, de un futuro prometedor, queriendo dejar
atrás un oscuro pasado, lleno de sinsabores. Ese pasado nunca vio la
lluvia, sino un sol atroz que quemaba por dentro y por fuera. Días
largos y noches frías.
Y ahora sigo aquí, bajo esta
lluvia que no cesa y que poco a poco va calando mi ánimo y mis
sueños, intentando buscar una mano amiga que me ayude a encontrar un
poco de sol, un cielo libre de nubes negras, negras como el color de
mi piel. Color que nunca me ayudó en estas tierras y que no entiendo
el porqué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario