Me gusta la gente que escribe. Es
como si tuvieran otro yo que les obliga a expresar sus sentimientos.
Sin la escritura ese alter ego no existiría. Me identifico con ellos
porque pertenezco a la misma secta y no me avergüenzo. Con la
escritura podemos morir, vivir en otros mundos, matar y sufrir cien
martirios sin hacernos y hacer daño a nadie. Sólo usamos la
imaginación y creo que es el arma más poderosa que me he encontrado
hasta ahora.¡Cuántas veces he apaciguado mi ansiedad escribiendo!
Sabemos que a lo mejor no nos va a
leer nadie (ojalá que sí), pero nos encontramos mejor escribiendo.
Es una terapia muy poderosa. Probadla si no lo habéis hecho aún y
sólo os limitáis a contemplar. Os aseguro que os enganchará y ya
no podréis vivir sin ello.
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